Este pasaje de la Biblia captó mi atención desde la primera vez que lo escuche, en aquel momento fue incomprensible, tuvieron que pasar mas de 25 años para que comenzara a comprender la riqueza de este texto, que de acuerdo a la Biblia de Jerusalem dice asi:
Gén 32,25-32 Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él hasta rayar el alba. Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquél. Este le dijo: «Suéltame, que ha rayado el alba.» Jacob respondió: «No te suelto hasta que no me hayas bendecido.» Dijo el otro: «¿Cuál es tu nombre?» - «Jacob.» - «En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido.» Jacob le preguntó: «Dime por favor tu nombre.» - «¿ Para qué preguntas por mi nombre?» Y le bendijo allí mismo. Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): «He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva.» El sol salió así que hubo pasado Penuel, pero él cojeaba del muslo.
Nosotros al igual que Jacob, en la obscuridad de nuestras circunstancias, no vemos con claridad alternativas o soluciones a las mismas, y hemos luchado con Dios librando una batalla de reclamos, peticiones, promesas de cambio, etc., la cual llamamos oración, en medio de todo esto muchos fallamos al cerrarnos en nuestra oración y centrarnos en lo que nosotros queremos y como lo queremos, como si Dios fuera alguien a nuestro servicio a quien le entregamos un cronograma y plan de trabajo a seguir para resolver nuestras vidas y al no darse lo que pedimos o exigimos, culpamos a Dios de todo, hasta de nuestra falta de fe, llegando a alejarnos del Señor, como si eso resolviera el problema.
Ante esto debemos considerar lo siguiente:
¿Cuál es tu idea de Dios?, ¿lo consideras tu sirviente o tu Señor?, esto primordial pues dependiendo de como lo consideres, así será como manejes tu relación con ÉL, si lo tratas como a un sirviente te diré que te decepcionará pues el no se somete a tus caprichos, pero si lo comienzas a considerar tu Señor tendrás mayor disposición para aceptar su voluntad en tu vida, y te dará la pauta para acercarte a ÉL como un Amigo o un Padre, alguien en quien puedes confiar plenamente sabiendo que ÉL siempre tiene el control.
¿Cuáles son tus seguridades, en qué quién tienes puesta tu confianza, cuál es el centro de tu vida?, Dios es un Dios de procesos y por tanto toda dificultad o problema que Dios permite en tu vida es un proceso para cambiarte y hacerte más parecido a ÉL, eres imagen de Dios por ello debes reflejarlo y las pruebas van puliendo su imagen en ti, muestran la verdad de quien eres y cuales son tus debilidades y limites, por ello muchas veces estos procesos pierdes tus seguridades, con lo cual, como Jacob cuando le dislocó el fémur (signo de su seguridad), Dios te muestra de que pie cojeas, es decir aquello que debes cambiar, dejar o comenzar, para que realmente puedas disfrutar de la bendición que Dios te quiere dar y no la que tu pides, porque lo que debe guiar tu oración no es que ÉL haga tu voluntad, sino que la voluntad de ÉL se cumpla en tu vida.
¿Cuál es tu respuesta ante lo que Dios pide ti?, Jacob hizo al menos dos cosas, no se separó del sino que le dijo "No te suelto hasta que no me hayas bendecido", esta frase debería ser tu grito de batalla para luchar por permanecer firme en la fe a pesar de las circunstancias. Lo otro que seguramente hizo Jacob fue contar a todo el que lo veia cojear lo que le habia sucedido, pues eso estas llamado, a dar testimonio de Dios, de su grandeza y su gran amor y fidelidad.
Que nuestro Señor nos guarde en su Sagrado Corazón y cumpla su preciosa voluntad en nuestras vidas.
Paz y Bendiciones
Walter Turcios
No te suelto hasta que bendiga 🙏
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