viernes, 6 de abril de 2018

Señor Enséñanos a Orar


"Señor enséñanos a orar..", pidieron los discípulos a nuestro Señor, ya sea por haber visto como Juan enseño a los suyos o como el mismo Jesucristo dedicaba horas a conversar con su Padre, ya sea como una necesidad del alma, de encontrarse en el silencio y la paz con su creador y Dios. Así con la disposición de  niños que aprenden a caminar, se dispusieron a recibir este precioso don de Dios, el cual ya residía en sus corazones pero ellos no se atrevían a utilizarlo.

La respuesta de Nuestro Señor, fue el Padre Nuestro, una oración corta pero que contiene lo que toda conversación con el Padre Celestial debe incluir, lastimosamente muchos no meditamos lo que realmente se dice en esta preciosa oración, en tal sentido quiero exponer una breve reflexión sobre la misma, con la intención que sirva de punto de partida para tu meditación personal de esta oración que Nuestro Señor Jesucristo nos enseña.


Oración Comunitaria y de Intercesión
En principio es una oración comunitaria y de intercesión, ya que si todos reconocemos  a Dios como Padre entonces somo hermanos, estableciendo un lazo mas fuerte y estrecho con el prójimo, por lo que a lo largo de la oración no solo pedimos para para cada uno de manera individual, sino también para todos, lo que nos lleva a orar por los demás sin darnos cuenta, amándolos mediante la oración.

Oración de Adoración
Reconocemos que está en el cielo, es decir que está por sobre todas la cosas y en todas partes, que tiene dominio de toda la creación y cuanto existe, y que todo está debajo de ÉL, reconocemos y alabamos su Santidad y el poder de su Nombre, que es la fuente de todo bien y que dependemos de ÉL para todo.

Pedimos su presencia en nuestra vida y nos sometemos a su voluntad
Al pedir que su reino venga a nosotros, reconocemos su Señorío en nuestra vida, aceptamos someternos a su reinado, lo aceptamos a ÉL en nuestro corazón y pedimos que su voluntad perfecta se haga en nuestras vidas, aún cuando no estemos de acuerdo con ella, esto nos debería de llevar a aceptarla y en medio de ella tratar de ser felices, no por las circunstancias adversas sino porque si es la voluntad de Dios, entonces es lo mejor, sin que esto nos estacione en el conformismo y la dejadez, mas bien luchando y orando alegremente en la tormenta.

Pedimos lo necesario para vivir
Muchas de nuestras peticiones son para cosas materiales, pero a veces pedimos lo que no necesitamos, en el Padre Nuestro se nos enseña a buscar aquellas cosas, ya sean  materiales, espirituales, sentimentales, etc. que realmente son necesarias para vivir, no porque Dios nos quiera ver sumidos en la miseria, sino para no entristeceros ni amargarnos por lo que queremos y no podemos tener, es una petición de confianza en el Padre proveedor que se preocupa por nosotros y que no permitirá que nada nos falte.

Nos hace conscientes de la necesidad de perdonar
La petición es clara, Dios nos perdona en la medida que perdonamos, de manera que perdonar a los que nos ofenden es vital para los cristianos, no se trata que quiero, si debo, si puedo, o de excusas y razonamiento humanos, estamos convocados a una cita con el amor en la forma de perdón, y no perdonamos con nuestra fuerza o amor, lo hacemos como lo hizo Jesús desde la cruz, con su fuerza y amor, si no tenemos esa fuerza para perdonar, pídámosle a Nuestro Señor que nos de la fuerza y amor para perdonar.

Pedimos no pecar y que se nos libre de todo ataque del maligno
Nos reconocemos débiles ante la tentación y vulnerables a los ataques del maligno, por ello debemos recurrir a Nuestro Padre en busca de ayuda para que nos de la fuerza y sobreponernos o huir de la tentación, luchando constantemente por vivir en santidad, tomando decisiones sabias conforme la voluntad de Dios, hambrientos de su Gracia para soportar la tentación, y sabiendo que nuestra vida de santidad probablemente nos atraiga ataques del maligno, pero con la plena confianza que somos Hijos Dios, somos de su propiedad y que el enemigo nada puede hacernos.


Me parece que Nuestro Señor Jesucristo mediante el Padre Nuestro, no solo nos enseña a orar sino a vivir agradecidos  en al voluntad del Padre, sin rencores ni amarguras, confiando plenamente en su providencia y totalmente protegidos por su amor y poder.

Que la próxima vez que oremos el Padre Nuestro, sea una meditación profundo que nos acerque más a Dios.

Paz y bendiciones




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