miércoles, 6 de septiembre de 2017

Estoy cansado de Orar y Esperar?... pero NO me rendiré, Satanás NO DEBE GANAR



Cuánto tiempo llevas pidiendo y esperando ese milagro?, Cuántas cosas te han pasado desde entonces?.

Este es un de los pocos casos en que se puede asegurar que todos los creyentes hemos vivido situaciones en las cuales mantener la fe en Jesucristo es un desafío, lo hemos encarado y reclamado, hemos sufrido amargamente su silencio, llegando, quizá, a pensar que las promesas de La Biblia son para otros pero no para nosotros como si Dios se burlara de nosotros. Nos ha frustrado repetir, en algunos casos por años, la misma oración y no ver cambios...    Podría continuar escribiendo de lo que se siente en ese pozo profundo que vivimos cuando creemos que no le interesamos a Dios, pero en este momento meditemos y respondamos la pregunta:

Quién es el más beneficiado y el más afectado cuando abandonamos la fe, cuando renegamos y dejamos a Dios?

  • Dios : ÉL es el todo y no necesita nada, si bien me Ama no necesita de mí, como Padre Amoroso le dolerá mi decisión, pero al igual que el padre del hijo prodigo, me dejará marchar libre por mi cuenta, no pedirá explicación y aunque se la de no sirve de mucho, pues ÉL es la Verdad y sabe que estoy equivocado (Sn. Jn 6,68-69 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»).
  • Mis seres queridos: en muchos casos pueden salir afectados por mi decisión y hasta intentarán hacerme recapacitar, pero puedo esgrimir ante ellos cualquier argumento que considere valido o simplemente ignorarlos. En el peor de los casos perderé a las personas que amo.
  • Yo : es muy probable, sino seguro, que pierda el cielo y la salvación, la paz que solo Dios me puede dar, conjunto de creencias y valores que durante dos mil años han sido probados y afinados que le dan sentido y estructura a la vida, la oportunidad de vivir un milagro, incontables horas de oración y esfuerzos en la batalla espiritual, la obra que Dios ha hecho en mí (Isa 64:7 Pues bien, Yahveh, tú eres nuestro Padre. Nosotros la arcilla, y tú nuestro alfarero, la hechura de tus manos todos nosotros.)
  • Satanás : Dado que su principal objetivo es apartarme de Dios, seguramente se siente muy complacido al ver como la adversidad mella mi relación con el Señor, y se valdrá de esto para alcanzar su objetivo; robando, matando y destruyendo mi vida espiritual, mi familia, mi trabajo, negocio, oportunidades de crecimiento y prosperidad, atacando mi mente y utilizando a algunos de los que me rodean, sembrará en mí pensamientos de derrota, abandono, tristeza, miseria, odio, desesperanza, venganza, etc.. (Sn. Jn. 10,10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.)

Por lo anterior, el más beneficiado es Satanás y el más perjudicado soy Yo.

No podemos ni debemos permitir que Satanás se burle en nuestra cara y en la Dios, de nuestra fe, de los sacrificios de Jesús en la Cruz, de la obra que ÉL esta haciendo en nuestra vida.

San Pablo nos dice en  2Co. 4, 8-9  Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados, esto nos lleva a razonar que si bien las circunstancias nos pueden golpear muy fuerte, no debemos considerarlo una derrota, sino solo un golpe más, y buscar la manera de ponerlo a los pies de Cristo de manera que en la oración profunda y confiada nos muestre que debemos cambiar en nosotros o en nuestra petición, que ilumine nuestra oración y guíe nuestra petición,  dejar de aferrarnos a lo nuestro, que podría ser un capricho.

Que Dios nuestro Señor nos muestre su Rostro y nos haga prosperar en todo lo que hagamos

Paz y Bendiciones

Walter Turcios











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